Las comercializadoras de luz son básicamente las empresas encargadas de vender el servicio al consumidor final. Pero detrás de ellas hay toda una industria que se mueve para que la energía eléctrica llegue a nuestros hogares.
La función principal de estas empresas es vender el servicio a los usuarios, facturar y cobrar la tarifa correspondiente al tipo de luz que tengamos contratado. Es decir que si quieres revisar el detalle de tu factura y diseñar alguna estrategia de ahorro del servicio, es a través de la comercializadora que puedes hacerlo.
El mercado de las comercializadoras de luz en España es bastante amplio. Por esta razón hay muchas empresas que venden la energía eléctrica y puedes escoger la que sea atractiva para tus intereses y preferencia.
Comercializadora vs distribuidora
Para hacerlo un poco más fácil y gráfico, las distribuidoras son lo macro. Son las encargadas de aglomerar la energía eléctrica por zona geográfica y llevarla o venderla a las comercializadoras para que estas, a su vez, la transmitan al cliente final.
Y, por otro lado, las comercializadoras de luz son lo micro, son quienes reciben el producto terminado y lo dejan en manos del cliente. Sí, es una cadena. Pero ¿se imaginan que los mismos que trabajan en la maquinaria necesaria para que la luz llegue a tu hogar, sean los que lidien a diario con miles de personas? Sería una especie de monopolio difícil de controlar.
Es por eso que las empresas distribuidoras se enfocan en otros elementos vitales como redes, extensiones, puntos de energía, producción, medición y mucho más. A diferencia de las comercializadoras, las distribuidoras no se pueden cambiar, ya que estas se conectan únicamente con las primeras y no con el consumidor final.
Existen dos tipos de comercializadoras
1. Comercializadoras de luz de referencia: son aquellas que venden el servicio bajo una regulación de mercado a través del Ministerio de Industrias. Se caracterizan por ofrecer al consumidor un Bono Social para otorgar un descuento en su factura según las condiciones que establecen. Por ser un mercado regulado, estas empresas no pueden cambiar los precios ni las condiciones de las tarifas ya determinadas.
2. Comercializadoras de luz del mercado libre: estas fijan sus propias tarifas según la ley de la oferta y la demanda de forma libre. A pesar de esto, los precios no son tan diferentes porque es la única manera de mantenerse a flote en el mercado y competir con los precios regulados.
¿La comercializadora se puede cambiar?
Sí, el ahorro de energía es una de las razones más comunes por las que puedes decidir cambiar de proveedor. Algunas ofrecen planes especiales o descuentos según la potencia o según la hora del día que utilices el servicio.
Si es el caso, es importante que sepas que cambiar de comercializadora no significa que cortes el servicio o que la luz de la empresa nueva sea distinta. El servicio seguirá siendo el mismo, ya que la distribución de energía eléctrica depende de otras empresas que son los proveedores de las comercializadoras.
Otra razón para cambiar de proveedor también puede ser el cambio de residencia. Al mudarte de un lugar a otro tendrás que adquirir la luz a través de la comercializadora que opere en tu nueva zona.
Cosas a tener en cuenta para cambiar de comercializadora
Los cambios siempre deben ser para mejor, así que antes de cometer un error e ir de cambio en cambio, evalúa los siguientes factores:
1. Tarifas: chequea las tarifas y sobre todo los horarios donde puedes encontrar la luz más barata. Así puedes planificar tus actividades de alto consumo eléctrico en las horas donde sea menor el precio.
2. Ofertas y descuentos: realiza todas las preguntas antes de contratar a una de las comercializadoras. Confirma las condiciones de las ofertas que puedan tener, descuentos por pago anticipado, etc.
El trámite de cambio de una empresa a otra es totalmente gratuito siempre y cuando no tengas compromisos pendientes con el contrato de la empresa en curso.